¿Cuál es la relación entre el Espíritu Santo y los dones espirituales? El Espíritu de Dios es el que da los dones espirituales a los creyentes para que puedan servir a la iglesia y glorificar a Altísimo.
Cada cristiano tiene por lo menos un don que le capacita para hacer un trabajo en la iglesia del Señor. Unos predican, otros limpian.
Guía en la verdad: Práctico a los creyentes en la comprensión de la verdad de Todopoderoso y les ayuda a discernir entre la verdad y el error.
Al igual que con cualquier experiencia espiritual, es importante chocar el Bautismo en el Espíritu Santo con cautela y discernimiento.
En el sionismo y el cristianismo se cree que el Espíritu Santo puede acercarse al alma y transmitirle ciertas disposiciones que la perfeccionan. Estos hábitos se conocen como los «dones del Espíritu Santo».
Luego de la pronunciación del concilio no hubo un desarrollo importante desde el punto de pinta doctrinal aunque sí haya profundización espiritual y comentarios de algunos autores.
Orar por espacios largos de tiempo u orar muchas veces para recibirlo no es necesario. Los que no reciben el Espíritu o no tienen la fe suficiente para recibirlo o no se han contrito completamente y no se han rendido cada área de sus vidas a Dios.
El hecho histórico de su regeneración y su excusa todavía es una ingenuidad. Cuando se arrepiente, no necesita “venir al mundo de nuevo” otra tiempo. No experimenta un segundo bautismo en agua o un segundo bautismo con el Espíritu Santo, porque el bautismo flamante de agua y del Espíritu se hace eficaz de nuevo cuando se arrepiente.
Algunas personas se burlaron de los discípulos porque no podían entender el engendro de las lenguas y lo atribuyeron a la arrebato.
Todas estas declaraciones dificultaban la concepción de tal espíritu como una persona no obstante que no resulta comprensible acertar parte de una persona a otra.
Por otro lado, quienes cuestionan la validez flagrante de las lenguas argumentan que este don estaba asociado con la autoridad apostólica y que, una vez establecido el canon bíblico, ya no es necesario. Sin embargo, esta postura no explica por qué millones more info de creyentes en todo el mundo continúan experimentando esta manifestación espiritual de manera genuina.
Reparar la presencia del Espíritu Santo nos confirma nuestra verdad: ¡somos hijos de Dios! Esa certeza nos lleva a tener una relación cercana y preciosa con nuestro Padre celestial. Nuestra verdadera identidad está ahí: somos hijos del Jehová todopoderoso y nadie podrá cambiar eso no.
El Espíritu Santo es una de las personas de la Trinidad y su obra se extiende desde la creación hasta la santificación de los creyentes.
Juan el Bautista predicaba la promesa del bautismo del Espíritu Santo: “Yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento; pero el que viene tras mí, cuyo calzado yo no soy digno de sufrir, es más poderoso que yo; El os bautizará en Espíritu Santo y fuego” (Mateo 3:11).